El cronograma de trabajo incluyó diversas actividades. Por un lado, la becaria dictó un seminario vinculado a las diversas metodologías que existen para conocer y evaluar las transiciones a la agroecología. Puntualmente se focalizó en la metodología Evaluación de la Sustentabilidad de los Agroecosistemas (ESA), desarrollada por docentes e investigadores de la Universidad Nacional de La Plata en Argentina, la Metodología TAPE impulsada por la FAO y desarrollada por diversas organizaciones que vienen trabajando en pos de escalar la agroecología en los territorios y, por último, la metodología Lume creada en Brasil. Asimismo, y destinada a estudiantes de postgrado vinculados a la extensión rural, la doctoranda presentó su tesis doctoral: “Vivir y producir”. Las transiciones hacia la agroecología en Entre Ríos, Argentina, desde las experiencias de agricultores familiares (1990-2020).
En articulación con el Departamento de Educación Agrícola y Extensión Rural y la Coordinación del Curso de Agronomía de la UFSM se concretó la participación en el Seminario: Protagonismo das Mulheres Rurais. Allí se presentó el trabajo “Agroecología(s), mujeres y trabajo: acción, transformación y re-existencias”, elaborado junto a dos colegas investigadoras y publicado en una revista francesa. La indagación tuvo como objetivos analizar la forma en que se configura el trabajo de las mujeres cis pertenecientes al sector de la agricultura familiar en los procesos de transición agroecológica.
Además de recorrer distintos centros e instalaciones dentro de la UFSM se conocieron y observaron dos espacios de comercialización alternativos como la Poliferia y la Feria agroecológica Ana Primavesi. Se visitó el Laboratorio de Análisis de Pesticidas, donde la Dra. Carla Sirtori explicó el trabajo que allí desarrollan. Cabe destacar que en ese laboratorio es donde se realizan los análisis a los alimentos que se comercializan en la Poliferia, por lo cual hay una articulación muy importante entre ambas instituciones.

Por otro lado, se concretaron visitas a agricultores/as familiares que son parte de los espacios de comercialización alternativos. Se visitaron las unidades prediales de una familia que fue una de las fundadoras de la Polifera y a un productor jubilado, que en 9 hectáreas produce frutas y hortalizas a partir de un proyecto de agroforesta. También se conoció la producción de huevos coloniales en la zona periurbana de Santa María, y la experiencia de una familia que se dedica a la agricultura biodinámica y comercializa en la feria Ana Primavesi, como así también a través del método Comunidad que Sustenta Agricultura CSA.

CSA es una práctica que busca un trabajo coordinado entre agricultores de alimentos orgánicos y/o agroecológicos y consumidores. Consiste en que un grupo fijo de consumidores se comprometa a cubrir el presupuesto del “organismo agrícola”, puede ser una finca, granja, lote urbano cultivable, entre otros. A cambio reciben por parte de los/as agricultores/as los alimentos cultivados sin costos adicionales.
Entre otras actividades también se recorrió una de las ferias de economía social emblemática de la ciudad que es la Feria Colonial, llevada a cabo por el Proyecto Esperanza. Esta feria funciona todos los sábados por la mañana y allí participan productores/as y feriantes/as de la cuidad y diversas zonas cercanas. Muchos de los feriantes de la Poliferia también comercializan sus productos allí y es el lugar donde todos los años se realiza la Feria Internacional de Economía Solidaria.
La articulación se logró a partir de los intercambios con el Profesor Gustavo Pinto Da Silva, docente de extensión rural del Colegio Politecnico de la UFSM y quien lleva adelante junto a otros profesores el Proyecto de la Poliferia, un espacio de comercialización de la Agricultura Familiar dentro de la Universidad que se realiza dos días a la semana y ofrece alimentos locales, diversos y agroecológicos a la comunidad universitaria.
La Poliferia es un proyecto de extensión universitaria que existe desde el 23 de abril de 2017, han pasado por allí 56 feriantes de 16 municipios cercanos, que han generado instancias de aprendizaje para 63 becarios/as. Es una iniciativa que ha permitido ejecutara través de diversos proyectos aproximadamente 6 millones de reales y donde se han comercializado más de 930 tipos de alimentos diversos.
En términos cualitativos la Poliferia es un proyecto que se propone tener incidencia en el derecho a la alimentación y participar en la gobernanza de los sistemas alimentarios locales. En ese sentido, parte de los resultados de los 8 años de trabajo son: del lado del agricultor/a, el trabajo sobre los modos de producción, promocionando la producción agroecológica, así como también los mecanismos de control. Cabe recordar que todas las semanas se toman muestras de los alimentos y se analizan los restos de plaguicidas, por lo que se genera un mecanismo de vigilancia permanente para asegurar la calidad e inocuidad de los alimentos que se comercializan. Del lado del consumidor, uno de los resultados más visibles es el acceso al conocimiento sobre lo que se consume. La Poliferia denota en ese sentido, la dimensión política de la alimentación como un proceso que traspasa lo individual para convertirse en un acto colectivo y comunitario.